jueves, 15 de marzo de 2018

La mediocridad consentida o el "se la mejor versión de ti mismo" del coaching.


Podría dedicar decenas de entradas al coaching, a los grupos de auto-ayuda y, sobre todo, a los grupos de coaching coercitivo que se han vuelto cada vez más reprobables: sus estrategias, los diferentes lugares donde se les puede encontrar, sus formas de actuar y sistemas de jerarquía, lo problemáticos y peligrosos que pueden llegar a ser muchos de ellos, las áreas en las que se pueden encontrar, sus formas de clasificarse y de desconocerse entre ellos, sus “especialidades”, cuándo y cómo identificar los beneficios que te puedan aportar (te adelanto que son muy pocos y los grupos o personas que se dediquen a esto que realmente te puedan ayudar sin dar tanto mareo son escasos), las diferentes actividades con las que retienen a la mayor cantidad de sus integrantes, de cómo seducen con actividades simplonas o cómo es que hacen caer a sus integrantes en las más aberrantes acciones que los vuelven indistinguibles de un grupo sectario. Pero no.

Esta vez me centraré en un punto muy importante que se utiliza en el coaching, y que su uso en los grupos de coaching coercitivo es más que recalcitrante (podría decirse que les daré en la yugular), uno que casi siempre resulta ser de los más atractivos para entrar o permanecer en uno de ellos, por no decir que el más atractivo, es una de las frases más encantadoras para atraer la atención de más y más personas, y claro, para retener la mayor cantidad posible de sus integrantes, a los que poco a poco les empiezan a deformar su visión del mundo y de sí mismos, volviéndolos más vulnerables y necesitados de la atención de los demás, y de la aprobación de los siguientes niveles de su jerarquía (no de la tuya, por supuesto... a menos que ya seas un veterano en tu grupo de coaching favorito), todo eso mientras les hacen creer que lo que están haciendo es ser “más abiertos y mejores personas con los demás”. La frase, tan conocida por muchos, pero tan poco razonada es: Se la mejor versión de ti mismo (reproduce el vídeo de abajo para mayor intensidad mientras lees las palabras mágicas). 


Olvida lo que he escrito antes, piensa sólo en esa asombrosa frase. Te pido que la reflexiones por unos segundos, deja que tu imaginación te maraville pensando en la mejor versión de ti mismo, abraza la mejora continua: hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy. Permite que te embriague la fantasía de que cada acción tuya, a partir de que has hecho esta frase el credo de tu vida y el talismán de tu destino, es un paso más para ser la mejor versión de ti mismo. Ya no eres un ser humano vil y corriente, ahora eres mejor y no debe quedarse ahí, compártela hasta que hagas que los tuyos la abracen con la intensidad de un huracán llegando a la playa más cercana. Has escuchado una verdad universal y estás destinado a que cada acción que lleves a cabo, sea accidental o sea intencional, se convierta en un escalón más para alcanzar esa aberrante, patética y deformada versión de la iluminación religiosa... ¿¡Cómo!?.. ¿¡Qué!? 

Sí, sí; pero antes de que empieces a preparar la turba, las antorchas y las piedras para lincharme por meter a la religión en esto (o tu credo, yo qué se), espera unos momentos, ni siquiera he dicho que religión... Bueno, es igual, cualquiera queda y es la realidad. Puedes prenderle fuego a tu computadora o celular, ya que hacerlo conmigo es un delito en la mayoría de los países del mundo, eso o seguir leyendo. 
Si le preguntas directamente a un integrante de algún grupo de coaching cuál es el origen de los mismos, ridículamente te dirá que su origen se encuentra en Sócrates, en la antigua Grecia y sus filósofos que reflexionaban con el diálogo; alguno más crédulo responderá que se encuentra en Harvard. El origen de los grupos de coaching coercitivo se puede ilustrar mejor con criminales como Chandra Mohan Jain, al que seguramente ya conoces como el simpático viejito llamado Osho; y que para variar ha tenido diferentes nombres a lo largo de su vida porque ha intentado deslindarse de su oscuro pasado al que podrías dar fácilmente si buscabas su nombre en turno. Advierto que no debes confundir esto con el origen de la palabra coaching, que algunos se lo acreditan a los conductores de coches, o con otras actividades que fácilmente se catalogan como coaching pero que en su práctica se separan mucho de esta como las tutorías (mentoring), el entrenamiento deportivo (training), la enseñanza escolar o artística (teaching), el asesoramiento (counselling) y la administración o gerencia (managing).

Aunque ya hay bastante material sobre esto, de personas que lo explican mucho mejor que yo, valdría la pena dedicar una o varias entrada a criminales como Osho para arrebatarte las dudas, también puedes leer sobre él aquí. Osho sirve como un perfecto ejemplo de que tan peligrosos pueden volverse estos grupos de coaching y sus líderes, no sólo con sus integrantes, también para los países en los que estos nacen y crecen e incluso para otros países. Dejaré para otra ocasión el tratar ese tema y el origen de los grupos de coaching en las diferentes instituciones religiosas, pues haría bastante extensa esta entrada, por lo que me limito a dejar el ejemplo de Osho: un personaje que llego a EEUU con el historial del místico asiático que trae sabiduría ancestral, que criticaba a las instituciones religiosas y políticas, pero a su vez deformaba y utilizaba cuanto concepto podía de las religiones, haciendo pasar sus palabras por espiritualismo y filosofía pura para aplicar en tu vida y que ésta fuera mucho más armoniosa y bondadosa con los demás, pero que sólo dejaba entrar a los más adinerados a sus cursos y conferencias.

Una creciente publicidad del éxito personal basado en lo materialque en cierta forma ayuda a la economía de muchos países a impulsar la fabricación e innovación masiva de mucha clase de objetos y que a su vez impulsa el uso de la tecnología hasta llegar a la que actualmente es una enorme dependencia al automóvil, el smartphone y el Internet, a la que muchas personas continúan sin tener acceso directo o acceso por poco tiempo y llevan vidas más difíciles que los que sí tienen acceso a estas comodidades, y una dependencia emocional poco atendida pero muy enseñada por la religión, que ha ido perdiendo poder sobre nuestras vidas y nos ha dejado desprovistos de poseer verdades irrefutables, creencias intocables de una visión particular del mundo y las cosas humanas basadas en el bien, el mal y en muchos dioses y ángeles, de planes destinados a realizar para llevar una buena y emocionante vida han llevado a muchas personas a una búsqueda por cubrir esas dependencias en otros sitios, y el coaching ha sabido ocupar ese lugar; aunque para ser sinceros, es poco atendida por consecuencia, no por causa, y la religión tampoco incluye lo de emocionante.

No es en vano que en muchos grupos de coaching exista una jerarquía muy similar a la de una iglesia o una secta, a veces imaginaria pero presente y otras veces recalcada en una lámina ilustrativa con forma piramidal. Sin embargo, no siempre les resulta fácil tener clientes, y a veces buscan con métodos más invasivos como asegurarse la entrada de dinero, convenciendo a empresas de que sus empleados acudan a cursos o talleres de forma obligatoria con la dulce mentira de la motivación para una mayor producción; claro, dulce para el empresario o el del puesto alto con poco trabajo y mucho sueldo, pero para los de abajo no siempre es dulce y cuando resulta que sí es por las falsas promesas del éxito, y una de ellas es la ya mencionada: ser la mejor versión de uno mismo.

La frase es un anzuelo, siempre acompañada de ejemplos absurdos y propuestas que uno mismo fácilmente podría darse, pero a las que no le ponemos mucha disciplina o que simplemente no se realizan por falta de tiempo, espacio o dinero. Te pedirán que te vayas al mundo de las fantasías y las posibilidades, pero no tan lejos, y es aquí donde empieza la trágica mentira. Desarrollaré un ejemplo, imaginemos un empleado promedio: con un sueldo bajo pero poco arriba del sueldo mínimo, que apenas se da tiempo para prepararse su alimento que consumirá en su hora de comida en su jornada laboral, que le encanta socializar y si es con un poco o un mucho de alcohol y con una buena comida mucho mejor, que si acaso lee lo hace con un par de libros por año (libros no académicos), que le encanta llegar a su casa y disfrutar en su cama de su cena mientras ve algo por TV o Internet, o simplemente ver a su familia, aunque sea por pocas horas, antes de dormir. Es normal que te sientas un poco identificado, así es la vida de miles de millones de personas en el mundo, pero si lo prefieres puedes usarte a ti mismo como ejemplo. Ahora recrea una mejor versión de ti mismo.
Si has caído con esta ridícula expresión antes de llegar a este blog, te imaginarás quizá con una mejor salud y estética, teniendo un mejor trabajo o un mejor puesto, alimentándote mejor o quizá conduciendo el auto para el que estas ahorrando; tu “coach” le añadirá que la mejor versión de ti mismo pone empeño en todas sus acciones cotidianas, ¿por qué? Porque la mejor versión de ti mismo hace todo con pasión, vaya. Apuesto a que ya notas donde está la triquiñuela, y si no, no te preocupes, te la haré notar más adelante.

El detalle con la mejor versión de ti mismo es que es inalcanzable, no la vas a alcanzar por más larga que hagas tu lista de éxitos, tampoco lo eres ya, ni estás cerca de serlo (si es que ya te has encaminado en ello con ayuda del coaching) y mucho menos la estás imaginando correctamente, porque te han preparado antes con una cantidad de estupideces disfrazadas de “emotivas” charlas que te lleva a desconfiar de que hiciste las cosas correctamente o lo mejor que pudiste ante las adversidades y que si sigues sus instrucciones podrás llegar a esa versión maravillosa de ti en poco tiempo, no importa que tengas ya la mitad de tu vida transcurrida, en pocas palabras: te hacen desconfiar de ti con su propuesta, mientras le ponen límites a tu imaginación y te ilustran el camino con una patética caricatura de la visión que ellos tienen del éxito. Lamento, o quizá no tanto, decirte que la idea correcta es: eres la peor versión de ti mismo que sobrellevas. 

Quizá aquí incomoda un poco, pero es la realidad. Aunque estés intentando mejorar, no dejas de hacer efectiva la frase que te he compartido: sigues siendo la peor versión de ti mismo que sobrellevas, así patees y golpees, te vayas a un gimnasio y te pongas como la versión real de tu superhéroe o superheroína de tu cómic favorito, te leas una o decenas de bibliotecas enteras, obtengas los títulos y grados académicos que te propongas, siempre habrá una mejor versión de ti mismo que puedas imaginar y una peor versión de ti mismo que estás sobrellevando en estos momentos. La primera no es la estupidez que te intentan vender ni la segunda es la peor situación en la que te puedas encontrar. Pero venga, caigamos un rato en la mentira.

¿Por qué se supone que la mejor versión de ti mismo estaría trabajando en una empresa ajena, y debería trabajar más duro por la misma paga y con los mismos tratos de tus supervisores o jefes después de un absurdo curso o una charla motivacional en la que rematan con la venta de un libro?

Piénsalo mejor por un momento.

¿Por qué la mejor versión de ti mismo no debería estar ganando un premio nobel, siendo un artista famoso o un deportista reconocido?

¿Por qué la mejor versión de ti mismo no debería ser el siguiente en pisar la luna, o el primero en pisar marte, o ser el dueño de la empresa que le haga competencia a la empresa más grande de tu país, o quien instaure la paz mundial?

¿Por qué la mejor versión de ti mismo no estaría ayudando a los más necesitados, limpiando la corrupción de tu país, descubriendo nuevas vacunas y tratamientos contra el cáncer, desarrollando una nueva teoría científica que revolucione todo lo que se conoce hasta ahora del universo y su naturaleza?

¿Por qué la mejor versión de ti mismo no estaría inspirando a los demás a ser mejores con tu trabajo altruista, sin necesidad del coaching y sus productos derivados?

¿Por qué la mejor versión de ti mismo debería surgir de la charla de un idiota que aparenta tener idea de lo que te está diciendo, mientras te convence de comprar un libro, de comprar boletos para su conferencia o de acudir a un curso que no necesitas?

Y si ya has caído, ¿por qué la mejor versión de ti mismo debería surgir después de leer uno de estos libros o por pertenecer a algún grupo de estos?

La mejor versión de ti mismo no debería tener esa clase de dependencias y limitaciones mundanas, ¿no crees?

Juega con las posibilidades y con lo maravillosa que puede llegar a ser tu imaginación.
Si lo que necesitas son unas cuantas pautas, aprende a resignarte y a volverlo a intentar, se humilde, se disciplinado, se amable, se justo, defiende al necesitado, haz deporte, lee más y aprende ciencia, come saludablemente y aprecia lo que has logrado por y para ti. Hay bastantes formas de mejorar la peor versión de ti mismo y muchas donde gastes menos dinero y menos tiempo, que buscar la absurda mejor versión de ti mismo que te intentan convencer de que realmente “quieres alcanzar”, para después intentar vendértela con libros con 30% de obviedad, 60% de tonterías y un 10% repartido entre el índice y los datos de la editorial o con cursos y talleres que no valen tanto como un día libre descansado o paseando con un ser querido. 

miércoles, 31 de enero de 2018

Welcome to the Internet: Sobre el meme shower rat o la rata que se baña.

Me han pedido que comparta mi opinión más a fondo acerca del meme conocido como 'shower rat'; el cual, lo más probable, ya has visto: es un vídeo de un roedor bañándose con jabón. 
Aunque ya había compartido un pequeño comentario en Dr. Pío & Oveja; el vídeo se ha seguido compartiendo, los expertos en fauna y los medios de comunicación le han prestado atención y el debate se ha intensificado. Bueno... Empiezo con un consejo personal, si no tienes la intención de volver a ver el vídeo, no habrás los enlaces. 

El origen del vídeo se encuentra en una página de Facebook de la cuenta “akasoteexcito”, que en su descripción se define como una página de humor, me voy a limitar a agregar que la página tiene un único administrador, más abajo aclararé porqué. 
No hay mucho que explicar sobre el mismo; el vídeo se subió a Internet el 27 de enero del 2018, no ha sido editado como algunos creen, no es un robot o una animación, es real y al animal no lo mueve nada ni nadie mas que su propio instinto para quitarse el jabón.  

Aunque al principio se creyó que era una rata y, después, una nutria juvenil, no se conoce con exactitud la especie, actualmente se cree que se trata de un Dinomys branickii juvenil, conocido como pacarana, paracana, machetero, guagua con rabo o guagua de cola; un roedor común en los bosques de América del Sur. Debo agregar que la forma en cómo se llegó a esta conclusión no tiene nada que ver con la “ausencia de cola” o los movimientos del animal, sino con el país de origen del autor, quien comentó que el vídeo lo grabó en Huaraz, Perú, y también lo siguiente en una entrevista para Metro News
“He was just like a human, I’ve never seen anything like it. It went on for about 30 seconds, and then he ran off. I think he just wanted to give himself a good clean. I care a lot about animals so I wanted to protect his privacy. I would never want to hurt him. So I just filmed him and let him go.”
Una explicación bastante estúpida para un sitio de noticias amarillistas, puedes traducirla con el traductor de Google para que te des cuenta tú mismo. El vídeo se volvió viral muy rápido, tanto que se compartió más de 1 millón de veces y tuvo más de 44 millones de reproducciones en las primeras 48 horas.

El vídeo puede ser considerado una demostración de maltrato animal, sí.
Eso no lo determina el consenso 100tifiko de Facebook, o los comentaristas de reedit, lo hace la bioética basados en el conocimiento
científico que se ha logrado (o al menos eso intentan). La misma bioética que tratan de deformar los activistas más extremistas e irracionales para impedir investigaciones científicas, y que también detiene investigaciones en proceso si captan una mínima muestra de maltrato en los animales que se usan en esas investigaciones, como el estrés.

A muchos les escuece lo primero, pues para muchos sigue siendo parte de nuestro día a día el humor negro o simplista sobre cualquier cosa, ignorando muy a gusto la realidad y teniendo un día libre de correcciones. Hay otros que incluso argumentan a favor del vídeo, comentando que no sólo es divertido y tierno, que ojalá a todas las ratas se les bañara así para eliminar la peste (en serio que no me lo he inventado, lo he leído en Facebook), sino que varios han salido a exponer que hacen lo mismo con sus mascotas y que hay jabones especiales, entre otras cosas. 

Sin embargo, y aquí es donde les amargo el día: 

  1. No se trata de una mascota, se trata de un animal silvestre encontrado en un parque. 
  2. Lo más probable es que el jabón haya sido cualquiera, incluso para trastes o para ropa, y no algún shampoo especial para mascotas. 
  3. Los roedores no necesitan jabones ni shampoo para mantenerse limpios e incluso hay formas menos invasivas para quitarles parásitos de la piel sin usar un shampoo especial. 
  4. El autor ya vendió los derechos sobre el vídeo y se llevó su dinero, por la popularidad que ha logrado en tan sólo unos días
  5. Ya hay activistas pro-animales denunciando el caso. 
  6. El autor no ha querido dar explicaciones sobre el vídeo y se limita a decir que: “no es abuso animal si el animal no corre desesperadamente, que es normal que una rata se bañe, pregunta ¿por qué no nos molestamos al comer carne de rata o de perro en los restaurantes?, ¿por qué no nos preocupamos por el hambre del mundo, alimentar a los pobres de las calles? y ¿por qué algunos son racistas o no cuidan el medio ambiente?, y que pensemos en sus palabras si el vídeo nos ha molestado”. Esto no me lo he inventado, el autor ha colocado esto tanto en YouTube, en el vídeo original, como en sus páginas de Facebook, puedes verlo aquí
  7. El animal quizá no haya sufrido un grave daño, se desconoce qué pasó con el roedor después de la grabación del vídeo, pero sí, se puede decir que estaba estresado y pasando un mal rato. 
Por mi parte, yo encuentro vergonzosos los comentarios a favor y la promoción del vídeo por parte de algunos biólogos entre comunidades de biólogos, las mismas que arremeten contra la investigación científica y la practica médico-veterinaria con animales y que permiten debates llenos de sesgos cognitivos y sentimentalismos en los que abunda un rencor y odio bastante irracional, incluso promoviendo la denuncia o la legislación en el ámbito científico y profesional, mismo que sigue las reglamentaciones en la mayoría de los casos. Bastante preocupante la falta de rigor que tienen algunos profesionistas en ciencia para dar sus opiniones, empezando con una clásica falacia de autoridad, “Yo soy biólogo y...”, sin tener la menor preocupación en investigar un poco. Vaya...

Vídeos como este hubo, hay, y seguirán apareciendo en Internet; vendidos como humor, pero que son una demostración de que la ignorancia puede llevar a cosas equivocadas, irracionales, peligrosas o dañinas sin la intención. Los hay peores y vendidos como educativos. 
¿No te gusto el vídeo? No reproducirlo es el mejor consejo que te puedo dar, no te vuelves una cifra más a favor de la popularidad y las ganancias económicas que reciben los autores de estos materiales. La mejor forma de atacar un meme es hundiéndolo en el olvido. 

lunes, 2 de octubre de 2017

¡Pamplinas y paparruchas! La naturaleza problemática de la comunicación humana.

¿Por qué caemos en la información falaz? 


Tenemos un problema enorme al momento de transmitir y recibir la información, su origen se encuentra en la misma evolución de la comunicación de nuestra especie y nuestra necesidad de reconocimiento por los demás individuos de los grupos que integramos; las razones para inventar o deformar la información son bastas y los afectados por esta acción no son pocos. De una u otra forma, nadie se encuentra exento del daño que ocasiona esto, en los peores casos el daño puede ser irreparable y terrible. 


Algunas veces se origina como una voraz trampa para el despreciable beneficio de algunos y otras veces su origen se encuentra en una inocente mal-interpretación de los datos que fue extendiéndose hasta llegar a las personas con más ánimos de compartirla que de verificarla; la información manipulada, imprecisa y falsa es ya una costumbre, una tradición de la humanidad, porque no es exclusivo de uno o pocos sitios ni mucho menos de una época específica. Son muchas las rutas que se recorren para obtener información e incontables las formas en que esta se ve incompleta o deformada a la vez que se difunde bastante rápido. 

Influyen mucho los defectos de la comunicación humana que el tratamiento de la información tenga constantemente resultados extraños y lo que provoca que el que habla es responsable de lo que habla y el que escucha es responsable de lo que escucha y lo que entiende, por lo que antes se debe tener nociones del tema tratado. Somos seres sociales, enteramente dependientes de la comunicación; el auge y desarrollo de las redes sociales en Internet, así como el Internet mismo, son parte de la cúspide de los esfuerzos y el trabajo duro por satisfacer esta necesidad. Actualmente la información nos rebasa, gracias a estas herramientas nos vemos completamente incapaces de conocer toda la que surge y la permanencia de esta incapacidad es inevitable por el cómo se expande la información; el problema se vuelve más complejo aquí: los torrentes de información transmitidos cada día incluyen más datos sesgados y falsos que precisos y muchos se ven incapaces de averiguar si la información que llega a ellos es correcta, precisa y útil, aunque muchos no sienten que sea su caso, lo es, les ocurre, y ocurre en todo el mundo, de una forma tan similar a como las matemáticas provocan poco interés en los más jóvenes, en los más viejos y en los de en medio; los seres humanos nos tragamos información falsa, incorrecta, incompleta, sesgada o manipulada con tintes ideológicos o supersticiosos cada día desde que el lenguaje apareció y se desarrolló.

El problema avanza junto con el tratamiento que el transmisor le da a la información; esa misma incapacidad de las personas de procesar la información de forma correcta tiene sus orígenes en las limitaciones cognitivas y reacciones bioquímicas en nuestro sistema nervioso (lo que conocemos como emociones) que nos permiten pasar a la acción o a la inacción después de dar tratamiento a la información del fenómeno del que se habla; estas mismas limitaciones se ven configuradas por aspectos sociales y culturales que juegan un papel importante como la educación, tradiciones, ideologías, prejuicios, creencias religiosas o identidades políticas.
La cantidad de elementos que pueden deformar la información desde el que la transmite hasta quien la recibe es considerable, por lo que debemos tener cuidado con la información con la que nos quedamos o la que nos quieren vender, así como la que transmitimos a los demás, antes de actuar de forma incorrecta y que las consecuencias provoquen algún daño considerable.

Los daños pueden ser desde un simple mal rato de disgusto y frustración discutiendo con alguien que cree que los dinosaurios no existieron o que cree que los humanos y los dinosaurios convivieron o peor, que cree que tienen formas humanoides y aún caminan entre nosotros manipulando nuestros gobiernos, también están los que ofrecen ratos de desesperanza al discutir completamente convencidos que el hombre no pisó la luna o los que se pasan horas afirmando que los artistas dados por muertos no lo están y que todo es una treta. Los daños varían y algunos han causado la muerte de personas como es el caso de algunos que ante la desesperación, el dolor y la angustia abandonan tratamientos médicos para utilizar "terapias alternativas" recomendadas por estafadores que prometen soluciones mágicas, mucho más veloces y sin efectos secundarios que los tratamientos médicos basados en el conocimiento científico; o el linchamiento de personas que hacían su trabajo al mismo tiempo que eran señalados como responsables de actos criminales de los que no estaban ni enterados por personas que no habían conocido; el daño también puede llegar a un enorme número de personas al mismo tiempo como el que provoca el furor de los movimientos antivacunas que dejan vulnerables a las comunidades en las que viven los que se atreven a vivir sus vidas sin aplicarse vacuna alguna creyendo que eviten males peores porque algún charlatán o fanático se los ha hecho creer mezclando casos de negligencia y errores humanos con teorías conspirativas como reducir a la humanidad o enriquecer a las empresas farmacéuticas...
La cantidad de ejemplos a poner aquí, lamentablemente, forman parte de una lista larga.

La solución a esto es enfrentar la información falaz e imprecisa, lo que no es tarea fácil ni corta, sobre todo si no se tiene conocimiento del tema, puede ser necesario poseer cierta formación científica, técnica o tecnológica, estar presentes en el suceso y/o conocer el contexto, y la más importante: dejar de lado los sentimientos si no estamos completamente seguros de que la información es correcta y veraz. Algo extraordinariamente difícil si nuestras emociones han sido alteradas, si es un ser querido o alguien que tiene nuestra admiración el que divulga información errónea o si no poseemos el conocimiento necesario (o la confianza) para sostener nuestros argumentos. La ignorancia, el miedo, la necesidad de comunicarnos y de ser reconocidos forman parte de nuestra naturaleza y nos pueden llevar a sufrir las consecuencias que trae el actuar con base a la información falaz.

Nuestra urgente obligación es aprender a seleccionar la información correcta antes de transmitirla, lo que se logra con ayuda de un conocimiento escéptico, crítico y sustentado en la ciencia lo mejor posible sin caer en la pseudociencia o en los extremos irracionales que apoyen nuestras creencias. Algo que es primordial y muy necesario en el periodismo. Quizá nuestra mayor impulso para lograr esto es la educación, que tiene el propósito de ser una inversión para lograr que las personas participen de manera inteligente y creativa en la construcción de un mejor futuro, pero la mayoría ve a las escuelas únicamente como centros de preparación para una mejor posición laboral y socioeconómica convirtiéndolas en meros centros de capacitación técnica; dejando de lado el aprendizaje para llevar un correcto crecimiento y desarrollo personal, calidad de vida, análisis crítico de nuestro alrededor y la aportación a la comunidad.

Como si no fueran suficiente las limitaciones cognitivas, las malas planeaciones en la educación, junto con otros aspectos sociales que nos ayudan a propiciar un pésimo tratamiento de la información, también encontramos a los charlatanes y los fanáticos. Personas que, debido a sus intereses particulares, con una enorme motivación de compartir sus creencias con quienes puedan, deforman o crean información falsa. Nuestra segunda urgente obligación es no dejarnos engañar por estos imbéciles que viven provocando emociones antes que conocimiento, y que viven de esas emociones intensas y ajenas como la histeria, miedo, o coraje e incluso de las buenas intenciones de hacer de este planeta un lugar mejor para otros, utilizando la intensidad de sus emociones para impulsar a quienes les escuchan les hagan publicidad o sean consumidores de sus productos. Algo que expongo muy bien en: ¡Cuidado con los sismos! ¡Cuidado con estudiar Geología y Geografía, cuidado con no estudiarlas!

Corregirlos y exhibir sus errores, una y otra vez hasta que dejen de cometerlos, siempre atacando los argumentos expuestos y no a las personas por más nefastas que sean (para eso hay leyes en caso de ser necesario). No se deben defender porque parece que «tienen razón en algo» y mucho menos bajo la premisa de defender la libertad de expresión, los charlatanes y los fanáticos deben ser exhibidos como lo que son y se debe exhibir la información falaz que comparten y con la que se aprovechan de otros, y con justa razón si insisten en seguir; aunque para muchos esto no es tan obvio, viven de eso y pareciera que "poseen conocimiento" y que es "imposible que destruyan su carrera para aprovecharse de los demás", pero pasa, muchas veces lo hacen, grandes sumas de dinero son, frecuentemente, el motor de sus intenciones; sin preocuparse por la seguridad o salud de su público, más que por mantener sus emociones a flor de piel antes que mantenerlos correctamente informados. La información que produce emociones vende, vende muy bien; y sus seguidores suelen convertirlos en "autoridades del tema", mientras que ellos sólo se vuelven números que les ayudan a lucrar con los sentimientos ajenos.

Nuestro deber: si una noticia lo primero que te provoca son emociones, desconfía un poco. El propósito de la noticia es informar más que emocionar. Nuestra mejor herramienta es el conocimiento científico. La ciencia no deja, y probablemente nunca dejará de ser la mejor forma que tenemos de obtener conocimiento y de procesar la información, principalmente en estos últimos años en el que los desastres naturales y los dilemas políticos se han robado la atención de muchos con ayuda de las redes sociales; aunque la narración de los sucesos relevantes que ocurren día a día no son los únicos que debemos poner en duda, la información obtenida por la ciencia también ha pasado por la manipulación y ha dado lugar a acontecimientos interesantes de los que escribiré en otra ocasión.

De antemano aclaro que mi intención de escribir esto se encuentra lejos de atender la moralidad de la verdad y la mentira, y de la bondad o la maldad de las personas para realizar lo anterior desde las filas de la religión y la espiritualidad, no por falta de interés o preparación, sino, porque las encuentro absurdas.