Crystal daddy de Adam Ellis. |
¡Cuidado con estudiar Geología y Geografía, te volverán raro!
¡Ten cuidado!
Apuesto a que si has captado la idea de esta entrada por los primeros enunciados o la dirección del sitio no hace falta que la leas, pero si tienes tiempo libre, te quieres reír un rato y luego ponerte de malas o te quedan dudas venga, a leer. Quizá te entretengo un rato o te vuelvo fan de estas ramas de la ciencia.
Y es que estudiar Geología y Geografía se puede volver en tu dolor de cabeza, en tus materias tocapelotas después de las matemáticas, sobre todo si no les entiendes a la primera, pero si logras entender aunque sea una pequeña parte de todas las maravillas que se estudian e investigan en estas áreas de la ciencia te volverás un bicho raro, muy raro, mucho...
Te describiré unas cuantas cositas que te podrían suceder después de emprender esta aventura en tu aprendizaje; y te adelanto que no tengo la certeza de que te podría pasar si te atreves a profundizar en los libros, o en las investigaciones que finalmente logran que se realicen estos libros, que hablan de esos temas tan raros de la Geología y la Geografía como la Sedimentología, la Climatología, la Mineralogía, la Oceanografía, la Biogeografía o la Biogeoquímica; las geociencias son más raras entre más te adentras en sus especialidades. ¡Tanto que se combinan con otras áreas de la ciencia que no imaginabas! ¡Qué maldito miedo!
Aunque advierto que lo peor viene si te ilusionan y las comprendes hasta el punto de querer dedicar tu vida laboral a ello, podrías volverte un paleontólogo cepilla-trilobites o peor aún, un explorador de cuevas submarinas. ¿Te imaginas? ¡Qué horror explorar partes del planeta que muy pocos han tenido la oportunidad de observar en sus vidas! ¡Imagina la soledad y quietud en ecosistemas inalterados por el hombre y el esfuerzo por descubrir extraños sucesos químicos como los provocados por fragmentos fósiles acumulados en agua, rocas desintegradas por la lluvia y más agua siendo acidificada por el dióxido de carbono que producen pequeñas colonias de algas, bacterias o restos vegetales y animales en descomposición que han estado transformando nuestro paisaje de formas majestuosas e impresionantes y el resto sin saberlo! ¡Me da ñañaras al imaginarlo!
Pero volviendo, quizá, con lo menos grave, pero no menos feo, que te podría suceder si estudias Geología y Geografía:
- Te volverás un fanático de los minerales que no querrá dejar de coleccionarlos, entenderás los procesos físicos y químicos por los que pasaron para tener esas formas y colores y dejarás de ver esos cuarzos como simples baratijas de colores bonitos; de esos que venden en esa tienda a precios exorbitantes para gente aún más rara que tú, que cree que se puede "limpiar" o "drenar su energía" con ellos, algo así como si fueran una pila (yo qué sé, no soy 100tifiko).
¿Te imaginas tener una colección de minerales que te muestren el resultado de increíbles procesos químicos que dan mezclas de muchos colores y estructuras en un enorme estante? ¡Ahora imagínate limpiarlas mientras recuerdas su composición química y los años que posiblemente tardó en formarse! No todo puede ser color de rosa, como los corindones con ligeras impurezas de cromo y que se conocen como zafiros rosados, a menos que las impurezas sean lo suficientemente abundantes como para ser considerados rubíes... Sálvate. - Te pondrás a admirar horas y horas los paisajes que visites y querrás visitar más, mientras recreas con tu imaginación, y con ayuda de los libros que explican el movimiento de las placas, los climas y uno que otro evento astronómico, las asombrosas transformaciones por las que han pasado a lo largo del tiempo e intentarás descubrir si hay algo que te pueda dar pistas de ello. Te maravillarás y dirás completamente seguro de ti: ¡qué hermoso paisaje!
Ahora imagina los costos de tus viajecitos. - Podrías ser una de las miles de víctimas de la Paleontología y conocerás cosas alucinantes de especies antiguas (de esas que te oculta tu religión favorita porque se les cae el negocio) como los mega-depredadores de las diferentes eras transcurridas en nuestro planeta, aunque algunos fuesen mucho más pequeños que un niño y otros tan colosales como un autobús. ¡Harás cosas extrañas como recordar nombres de dinosaurios! ¿Te imaginas fastidiarles las películas de Jurassic Park y Jurassic World a tus amigos diciendo, como merolico, los nombres de los bichos raros que aparecen (y no me refiero a las actrices y actores)?
¡Qué tragedia estar enterado de que los gigantes depredadores del cretácico están emparentados por millones de años con tu desayuno y almuerzo! - Te emocionarás al ver montañas y barrancos como un loco, querrás conocer la historia de las piedras que pateas y muchas cosas raras más cobrarán sentido para ti. Podrías conocer cosas impactantes sobre cómo se mide la edad de la tierra. ¡El suplicio de saber cómo se mueven los continentes, el porqué se sabe que alguna vez estuvieron unidos y que se mueven! ¡Incluso conocer donde hubo desastres naturales como erupciones o impactos de asteroides!
¡Cuidado con no estudiarlas, serás presa de charlatanes!
Sí, de sobra está decir que no estudiarla es peor. Y es lo que lamentablemente he visto en muchas personas en estos últimos días con los sismos acontecidos en México.
Puede parecer que llevaré la exageración con la que empecé la entrada a límites aberrantes y que ya no son divertidos (si es que te hizo un poco de gracia); pero de aquí en adelante no exageraré ni un poco, con el preocupante recuerdo de que la realidad es peor.
No estudiar Geología y Geografía (o simplemente y sin mareos, no estudiar ciencia) te vuelve una potencial presa de los mentirosos, calumniadores, charlatanes, estafadores o de los que sufren una disonancia cognitiva bastante severa a causa de sus creencias y su dogmatismo.
Esto se vuelve mucho peor cuando no sólo has sido convencido por sus afirmaciones erróneas y adicional a ello los defiendes y, juras y chillas, recalcando que no están equivocados, que son investigadores profesionales o personas con buenas intenciones, que nos advierten de cosas que nos ocultan los científicos (los reales) que "se han vendido al gobierno
Quizá no haya persona que vaya más en contra de lo deseado por muchos políticos corruptos que un científico (o investigador, como les llaman a la mayoría en América Latina) que dedica su vida, su esfuerzo y su tiempo para descubrir, conocer más y aportar su grano de arena a la interminable misión de la obtención de conocimiento, no importa si es con fines culturales, económicos o filantrópicos.
En estas ramas de la ciencia podemos encontrar un tema que es constantemente deformado por los charlatanes y el amarillismo, los sismos o terremotos. Son charlatanes los que dicen ser capaces de predecir terremotos y lo son aún más los desvergonzados que insisten con la mentira de predecir catástrofes poco deseables a las que llaman "mega-terremotos".
Si alguna vez has creído en un adivino de los sismos, con tanta prisa como para no verificar tus dudas, o si has visto a alguien hacer tales afirmaciones por pura curiosidad por saber que dice o porque lo dice, te tengo una mala noticia: los sismos aún no se pueden predecir.
¿Por qué algunas personas insisten y aseguran que sí, que se puede y que ellos pueden?
El único fin de estas personas es mantener el miedo, la confusión, la histeria, la frustración, el dolor y la preocupación de los afectados y de los que se sienten próximos a ser afectados. Estos "ingredientes" son de gran utilidad para ganar dinero con la atención que reciben, y lo hacen de muchas formas (aunque para muchos esto no sea tan obvio), en el "mejor de los casos". En el peor: son personas con creencias irracionales, que no saben identificar la diferencia entre su imaginación
Una vez has sido presa de estos charlatanes, te conviertes en un número del montón, formas parte de la garantía de su fama y les ayuda a generar considerables cantidades de dinero y a que otras personas se acerquen a escuchar sus tonterías al ver que son cada vez más los que comparten su material, cada que hablan de ellos, cada que recomiendan comprar sus libros, manuales o un material audiovisual, cada que asisten a sus conferencias, y esto se ven aún más beneficiado cuando su material se encuentra disponible en redes sociales con miles de millones de usuarios como YouTube, Twitter o Facebook al dar like, compartir y aparte visualizar la publicidad que incluyen al monetizar su contenido: les ayudan a difundir su fama y mentiras con una velocidad increíble y con más gente de la que te imaginas.
Esto también viene con consecuencias, por ejemplo: cuando los mismos charlatanes o sus seguidores desprestigian a los científicos e investigadores, que trabajan con menos recursos de los que deberían y que lo hacen lo mejor que pueden, cuando intentas hacer comparaciones para defender a sus héroes... Porque sí, no estudiar Geología y Geografía provoca que estos charlatanes que "predicen" terremotos y mega-terremotos (pero que nunca predicen la lotería) se puedan convertir en tus héroes. Y cuando ocurre, colaboras para alejar la atención que deberían recibir las personas que han dedicado su vida a ser profesionales en el tema y que tienen la información correcta para quienes la necesitan, los algoritmos en Internet funcionan para facilitar la atención al más popular y la mayoría de veces, eso popular no es lo más correcto ni exacto.
Ningún científico, por más brillante que sea, ha logrado predecir un sismo hasta ahora. Y esto quizá en algún año muy lejano podría cambiar con la mejora de la tecnología y muchísima investigación, demasiada, que sólo podría ser abarcada por una gran cantidad de investigadores y con una tecnología bastante cara y difícil de lograr, y ni siquiera hay certeza de esto. Pero no por un charlatán que dice ser un investigador con habilidades de análisis fuera de lo normal, aunque sólo juegue con la numerología, una muy poco conocida pseudociencia que juega con inventados significados en los números y con operaciones aritméticas sencillas atribuyéndoles propiedades misteriosas.
Algo que, para el colmo de la situación, hizo que muchas personas creyeran las idioteces de los charlatanes es el esfuerzo que se ha llevado en países como México para intentar prepararnos para prevenir que los desastres se vuelvan más grandes por el caos civil en casos de sismos. Y, como lo ha visto el mundo, no podemos prevenir la total caída de muchos inmuebles (aunque algunos sí debieron haber resistido más) ni toda la cantidad de personas muertas y heridas ni la destrucción o daño de muchos patrimonios, pero los simulacros, los permisos de construcción y sus peticiones estrictas son porque en México se tiene la experiencia de sufrir la poca preparación ante un desastre natural de esta clase, nos lo demostró el sismo del 19 de septiembre de 1985.
Aunque ahora lo hemos podido sobrellevar de una mejor forma, con una menor cantidad de fallecidos a pesar de las terribles pérdidas de seres queridos, han caído menos edificios a pesar de que muchas personas perdieron mucho o todo en los derrumbes, y la forma en como los civiles nos organizamos con las autoridades y militares, contando con el muy apreciado apoyo de personas que llegaron de otros países, ha sido algo completamente impresionante, y la prisa de muchas personas por ayudar con víveres y donativos a los más afectados fue algo maravilloso y, siendo honestos, hemos actuado con más pasión por apoyarnos que con una buena logística ante los desastres.
Pero esto no se hace por la advertencia de estos "investigadores con un don mágico para predecir estos eventos", no; los charlatanes en esto no han tenido cabida, ni un poco.
Se han hecho esfuerzos por estar prevenidos ante esta clase de desastres porque México se encuentra en una zona de intensa actividad sísmica (y volcánica) conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, siempre ha tenido y siempre tendrá que sufrir sismos fuertes, e incluso la geografía de la Ciudad de México en algunas zonas amplifica los movimientos producidos por los sismos debido a que el terreno por debajo de varias partes de la ciudad es suave y húmedo (el resultado de construir una ciudad sobre un lago), lo que amplifica las ondas del sismo y lo que a su vez puede provocar licuefacción, que es cuando los sedimentos que hay debajo de la ciudad se vuelvan tan densos como un líquido pesado. Desde desarrollos tecnológicos y estrategias bien planificadas para las autoridades, empresas que lucran para vender un aviso más próximo ante los sismos (que compiten ofreciendo unos cuantos segundos de diferencia) a nuestro smartphone o nuestra empresa, constantes simulacros y letreros atiborrando paredes, el esfuerzo por prepararnos para los sismos es algo de toda la vida si vives en países con una constante actividad sísmica como México, Chile o Japón.
Siendo aún más exactos, estos charlatanes ni siquiera predicen nada. No puedes llamar "predecir" a soltar afirmaciones vagas hasta que una acierte. Te pondré un sencillo ejemplo de cómo imitar sus predicciones: enfrente de varias personas tira varias veces un dado e intenta adivinar el número que saldrá antes de soltarlo, las veces que falles no se las recuerdas a nadie, pero cuando aciertes recuérdaselo a todos los presentes y diles que puedes predecir los números que saldrán al tirar un dado. ¿Tiene sentido? No, te dirán que eres un idiota y, por supuesto, no te prestaran más atención y mucho menos te darán dinero por tu show. Pues es exactamente lo que estas personas hacen: decir cada día del año que habrá un sismo tal día, y si ese día tiembla dirán que ellos lo han predicho por sus habilidades e investigaciones, por los ángeles, por las estrellas o por sus pelotas.
Entonces, ¿de verdad crees que vale la pena defender, hacerles publicidad y consumir el material de estos charlatanes por no querer estudiar Geología y Geografía? No lo hagas más: ignóralos y aprende a desmentirlos, de paso te llevas un aprendizaje increíble sobre el mundo.
No podemos predecir sismos, ni prevenir la totalidad del daño ocasionado por estos. Eso no significa vivir con miedo y con menor razón porque aparecen uno o varios imbéciles que dicen predecir terremotos, no son investigadores ni científicos ni adivinos ni personas bendecidas por ángeles o dioses con el don de la premonición; son charlatanes que ganan dinero, publicidad y seguidores a costa de la preocupación, del miedo y del dolor ajeno, y es despreciable que sigan provocando esa clase de emociones en las personas después de lo acontecido sólo para su beneficio y el de los suyos.
Lo que sí podemos hacer es tener medidas de emergencia y darnos una mano con la misma pasión por ayudar a quien más lo necesita, cosa que ya nos hemos mostrado y que ojalá nunca cambie.